Considerando impertinente hacer público los decires de los analizantes, las monografías clínicas, los casos, los escritos y las imágenes que ya se han dado a conocer, se vuelven una sustancia propicia para sostener cierta analítica. La llamada clínica siempre es puesta en cuestión, porque eso que se supone ya sabido en el campo freudiano, se fragmenta y dispersa a partir de diferentes experiencias y distintas lecturas. Sin embargo, el “pensar por casos” se muestra como una vía para avanzar en la actualidad del psicoanálisis; el debate como ejercicio y pregunta, la búsqueda como horizonte, todo eso reunido bajo el nombre de La Factoría, busca generar un espacio común donde cada uno pueda ejercer lo propio y ponerlo en discusión. Varios, convocados por un tema y durante un tiempo, darán cuenta frente a un público más amplio aquello que fue resultado de su trabajo. Concluido ese tiempo, se impone la disolución, hasta que otro caso habilite a sentirse convocados, los mismos o algunos otros. La Factoría es un proyecto que sólo podrá considerarse efectivo a partir de los ecos de la apuesta. (La Factoría, 2017).